Hay algo que ronda mi cabeza hace mucho tiempo pero sobre todo desde que las tecnologías de la información y la comunicación (entre nosotros las TICs) han llegado a mi vida para quedarse. ¿Sabemos realmente a quiénes enseñamos lo que enseñamos? Es una cuestión esencial y que frecuentemente se nos pasa por alto. Es cierto que no es una tarea sencilla pero tampoco imposible. Tan solo hay que prestar atención y tener la intención. Tenemos que conocer a nuestros interlocutores cuando pretendemos comunicar algo y que se nos comprenda, debemos adecuarnos a los diversos contextos que se nos plantean a diario. Si no partimos de la base de comprender hacia quienes nos dirigimos, qué expectativas tienen, cuáles son sus deseos, sus temores, sus puntos fuertes y débiles, ¿cómo hacemos para ayudarlos en su formación?
Creo que por todas estas cosas me han impactado sobre manera las conferencias de Sir Ken Robinson. En una de ellas manifiesta que el talento humano es muy diverso y que las personas son buenas en lo que realmente les gusta. Es decir que es una cuestión de pasión, de aquello que entusiasma nuestro espíritu y nuestra energía. El florecimiento y desarrollo humano no es un proceso mecánico sino orgánico, por eso es imprescindible que adecuemos y personalicemos la educación a las personas a las que estamos enseñando. Y esto también tiene que ver con nuestro trabajo como docentes. Nuestros alumnos son muy sensibles para captarnos cuando les transmitimos algo con pasión. Y, además, lo valoran muchísimo. ¿No es ese un buen lugar para empezar?
“Cuando nos apasiona lo que hacemos y además tenemos la preparación adecuada para hacerlo bien, estamos en nuestro Elemento, este estado maravilloso en el cual trabajamos sin cansancio y con gran creatividad. Los colegios y las empresas deberían ayudarnos a todos a encontrar nuestro Elemento para un mejor desarrollo para el futuro.”
¡Muy bien dicho¡
ResponderEliminarThomas Mann le hacia decir a un personaje su novela, empresario," hace falta el toque personal".Ese toque personal, cara a cara con c/alumno es mágico y dificil. Pero motiva y agiliza la comunicaciòn, la informaciòn y la comprensiòn.
Raúl
Acuerdo con vos Mariana! EL "mirar al Otro", a nuestro alumno concreto, con sus experiencias y recorrido "real" y no el que suponemos, debería traer, es un buen punto para comenzar.
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